No son, desde luego, la visita más romántica de París pero, sin duda, recorrer las catacumbas resulta interesante y sorprendente.
Las antiguas canteras de la ciudad «les carrières», de las que durante siglos se extrajeron piedras para algunos de los más importantes monumentos parisinos, se convirtieron a finales del siglo XVIII en el osario municipal de la Villa de París, una vez que, fuera ya de uso, se eligieron como lugar de reposo de los restos mortales de las personas enterradas en el antiguo cementerio de Los Inocentes, en el barrio de Les Halles.
Durante años, los huesos fueron trasladados con total solemnidad y a los primeros, los del cementerio de Los inocentes, se fueron incorporando los de otros cementerios parisinos hasta formar el imponente osario. Son más de 300 kilómetros de túneles y galerías de los que se visita una mínima parte y el recorrido resulta misterioso y, para algunos, bastante macabro ( la tenue iluminación contribuye a crear un ambiente que no deja indiferente). Los huesos apilados, en ocasiones, no dejan ver las paredes, mientras se descubren algunas de las estancias que forman el osario. La pequeña cruz de piedra y la fuente de la Samaritaine son dos de los pocos elementos que rompen la sucesión de restos de miles de personas.
Horario y precio
La entrada a las catacumbas se encuentra en el barrio de Montparnasse, en la avenue du Colonel Henri Ro Tanguy (Place Denfert – Rochereau). Permanecen abiertas de martes a domingo de 10:00 a 17:00 (último pase a las 16:00). La visita dura unos 45 minutos. La entrada general cuesta 8 € y 4 € para jóvenes estudiantes de 14 a 26 años. Los niños menores pueden entrar gratis (visita muy poco recomendable para niños).
Cómo llegar
Puedes llegar en:
Metro: líneas 4 y 6, estación Denfert Rochereau.
RER: línea B, misma estación.
Autobús: líneas 38 y 68.
Foto: elprimerpaso
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